La temida y maravillosa 5ta semana

Como buena mamá primeriza tengo torrecitas de libros de bebé en mi cuarto, la sala, la cocina y una cantidad exagerada de páginas de internet abiertas en la computadora, el teléfono y el kindle de forums de mamás y consejos prácticos para sobrellevar los primeros meses del bebé. La verdad es, que aunque no duermo ni la mitad de lo que dormía antes -- hay que acordarse que mi apodo el "armadillo", por la cantidad de horas que duerme el animalito -- realmente no ha sido tan grave como yo esperaba.

de suerte hay la biblioteca a lado de mi casa

Creo que me gusta tanto estar con Mateo, que a veces hasta puedo decir que disfruto de las despertadas en la noche para poder sacarle de la cuna y abrazarle un ratito más. A la larga, no tengo nada que hacer al siguiente día (si, por mi casa ha pasado un huracán y mi cuidado personal deja mucho que desear) pero realmente no son cosas que NECESITAN ser hechas.

Bueno, regresando a los libros, decidí leer sólo lo relevante de la semana en la que está Mateo y tal vez una o dos semanas más, así no me lleno de información que voy a tener que releer. No importa que libro leía y cual era la filosofía, cuando llegaba a la quinta semana parecía ser una historia de terror!

Me esperaban noches sin dormir seguidas de días de llanto. A mi bebé le iban a salir lágrimas por primera vez, crear nuevas quejas y llorar desconsoladamente sin importar que hagamos. Mi bebé tan tranquilo, el angelito, se iba a transformar en un monstrito!

Bueno, la quinta semana si fue un poco más difícil. No descubrí la canción de cuna favorita de mi bebé, pero cualquier cosa me hacía dormir a mí; descubrí la maravilla del canguro y cómo me quedaban las manos libres mientras le cargaba a mi bebecito quisquilloso; reboté y caminé tanto con el bebé cargado que casi me quedan algunos de mis pantalones pre-embarazo; y por primera vez descubrí un amor especial por el columpio de conejito que me reemplazaba algunos ratos mientras lavada interminables cargas de ropa sucia de bebé...pero a pesar de todo y sobretodo la temida 5ta semana es MARAVILLOSA!

No sólo lavamos ropa, también desempacamos ropa más grande, juguetes nuevos, chinchineos y pelotitas! Mateo ya puede seguir con la mirada, las lágrimas son signo de que está madurando y vinieron acompañadas de miles de sonrisas. Mi bebé creció, se volvió sociable, su sonrisa es controlada y no por reflejo y nos hace creer que nuestros chistes son buenazos porque se rie a carcajadas! Ahora se arrastra como culebra en la cuna, conversa con nosotros y le estamos enseñando a patear y manotear pelotas y juguetes como gato.

 Hoy día Mateo tiene 6 semanas y durmió cada dos horas. Son las 8 de la noche y está durmiendo en su cuna feliz de la vida. Nos preocupamos tanto de gana, pasó la semana de llorar, seguramente más frustrante y miedosa para él que para nosotros (tantas cosas nuevas pueden ser abrumadoras para un bebé tan chiquito), y los tres crecimos como familia.