Nos cambiamos de casa!

Mateo juega en su cuarto lleno de luz, gateando y hablando como loco mientras oímos Julieta, explorando cada rincón con una sonrisa; el Dave duerme, recuperando las horas de sueño que le quita a la noche para trabajar y así poder estar con nosotros en la mañana, y ayudarme cuando me tengo que ir al trabajo; y yo, sentada aquí, viéndole al bebé, sólo puedo dar gracias por la vida que tenemos.

Hace ya un mes nos cambiamos de casa. Qué trabajo fue! Hasta ahora hay cositas por aquí y por allá (cuadros arrimados en la pared, una lámpara en la mitad del corredor y las típicas figuritas que tenían un sitio en el otro departamento y ahora ya no quedan bien) que me hacen acuerdo que estamos en casa nueva. Pero así como fue trabajo, fue la oportunidad de limpiar, de botar cosas que ya no servían o que no habíamos usado nunca y nos dio la excusa de re-decorar ciertos espacios que queríamos desde hace tiempo.

Nos cambiamos sólos de casa, sin casa nada de ayuda, aparte de una tarde que nos ayudó el vecino a cargar el colchón y  nos prestó la camioneta. Solos, por qué? Una parte por falta de organización y visión futuristica de nuestra parte, una parte porque nos coincidió con que todos nuestros amigos estaban ocupados (incluyendo la chica que le cuida a Mateo!) y una parte por SHUNSHOS! por hacernos los super héroes y no contratar servicio de mudanza creyendo que era cerquita y que no necesitábamos.

Pero, después de lo que parecieron 1000 viajes en nuestro RAV4, 2000 subidas y bajadas de gradas, un masterado en armar y desarmar muebles y la ayuda del columpio, baby einstein y muchos puffs de manzana, estábamos en nuestro departamento!

mientras tenga sus puffs el era feliz metido en donde sea.

TV: Nanny

La logística de la mudanza fue completamente basada en las siestas de Mateo (mientras dormía pasábamos la mayor cantidad de cosas y cuando estaba despierto, podíamos empacar, desempacar, armar y ordenar) El día que pasamos la cuna fue el día que dormimos en el nuevo departamento por primera vez después de 3 días de trabajo exaustivo. Mateo, a pesar del cambio, siguió durmiendo como un profesional, lo que nos ayudó porque podíamos usar la noche para trabajar un poco más. Y así, poquito a poquito nos cambiamos y ahora estamos aquí y felices.

La nueva casa tiene las misma cosas, muebles y cuadros que la anterior, pero es más cómoda, grande y abierta. Así es nuestra familia, con los mismos Dave, Ea y Mateo, con los mismos "buenos" y los mismos "malos", pero tratando cada día de aceptar los cambios, y crecer con ellos como familia.  Así como el cambio fue trabajoso, fue hermoso. Parece que con las cosas que botamos nos deshicimos también de discusiones y diferencias, encontramos lugar para nuevos proyectos, risas y momentos compartidos y redecoramos partes de nuestra familia que necesitaban un toque de gracia :)