Me encanta Mateo

Duerme mientras el bebé duerme es lo que dice la gente y tiene todo el sentido del mundo, pero mi reloj biológico no coincide con el de Mateo y mi mente funciona como una maquinita sin parar con lo que es muy difícil dormir. 

Estoy acostada en mi cama, oyendo el Andante del Quinteto de cuerdas No 4 en Do menor de Mozart (que es la música con la que el coneji se va a dormir. Al comienzo trate de cantarle, pero cuando había cantado el reloj cucú por tres semanas al menos 3 veces al día, me comencé a volver cucú) y viéndole a mateo mientras duerme, respirando constante, haciendo ruiditos, abrazado de su jirafa y los deditos se le mueven involuntariamente de rato en rato. Me derrito y lo único que quiero es despertarle, aplastarle y comerle a besos. Yo quería un hijo lindo y pedía un hijo sano y feliz. Debo haber pedido a la persona precisa porque me salió un bebé perfecto.