el grupo de mamás y la primera impresión

Después del primer shock de entrar al grupo de mamás, un rato en que me sentí mucho más tímida que en el primer día de clases en colegio nuevo, después de que me puse recta, una sonrisa y un saludo en voz alta que diga "soy super segura", yo creí que ya estaba. Bueno, yo resulté ser la peor mamá!



Mateo jugaba en el jardín, con tierra y hojas, EN EL PARQUE! yo estaba tan orgullosa de que ya se siente solito! cuando después de un ratito me percaté, con ese sexto sentido de madre, de que todas me veían. Claro el orgullo a uno le hace ciega. Regresé a ver que pasaba y CLARO! todas tenían unas cobijitas para que su bebé se siente, y mi bebé estaba en la tierra!! Las manitos, ropa, y toooda la cara llena de lodo! Saqué rápidamente lo primero que encontré de mi pañalera y le limpié la cara hecha la loca...

Después mientras seguía conversando Mateo se cayó para un ladito. La verdad no me importó porque siempre se cae así y cuánto le puede doler! está tan cerquita del piso y además es una buena oportunidad para que practique su gateo. Otra vez orgullosísima de que ya se esté moviendo y haciendo flexioncitas, cuando, una vez más, todas me veían. Esta vez me dijeron: tiene una hoja! Yo pensé "qué lindo, ya agarra perfecto y puede entretenerse hasta con una hoja", me sonreí. La sonrisa estaba mal, se estaba comiendo la hoja! No sólo tenía lodo en la carita, si no en la boca y seguramente media hoja en el estómago! Le quité la hoja y me sonreí hecha la loca...

Después mi bebecito se cacó. Eso es normal en un bebé y no me sentí mal, no podían quedarme viendo por una caquita! No sólo eso, el rato que le acosté para cambiarle y le desabotoné la camiseta, Mateo se sonrió y comenzó a jugar y patalear como siempre que le cambio el pañal porque le encanta! Bien, punto a mi favor! Tal vez algún día estas mamás les dejen a sus hijos jugar con mi hijito! ... Abro la pañalera y lo primero que me sale: un pañal sucio!! (estaba en una fundita, que además huele rico, pero pañal sucio al fin y al cabo) Una vez más las miradas!!! metí la fundita bien adentro de la pañalera y le cambié el pañal al bebé, una vez más hecha la loca...

Con el tercer incidente comencé mi retirada, me puse recta, con una sonrisa y una despedida en voz alta y calmada que proyecte seguridad, y me alejé hecha la loca. La primera no debe haber sido la mejor impresión, pero espero que poco a poco vaya encontrando mamás que les dejen jugar a sus hijos con hojas o que las mamás que ni a ellas ni a sus hijos se les mueve un pelo jueguen conmigo y mi hijito que jugamos con lodo.